Esta madrugada, en el programa de la SER "hablar por hablar", una mujer de cuarenta años, madre soltera de una niña de diez, contaba su desgarrador testimonio: mañana miércoles empezará a trabajar como prostituta, en horas de mañana, mientras su hija esté en el colegio. Única salida para sobrevivir después de buscar trabajo de cualquier tipo, sin conseguirlo, y de solicitar ayuda, siempre denegada, en la asistencia social, en el ayuntamiento y en dependencias gubernamentales. Una prueba más de la "recuperación" que, contumaz, pretende vendernos el PP.
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1 comentario:
Escuché yo una conversación en una terraza de Oviedo el año pasado en el que una chica hablaba de dos opciones para pagarse la carrera: la prostitución y la venta de óvulos (que no deja de ser otro triste y penoso mercadeo) Tremendo panorama el que tenemos.
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