sábado, 5 de marzo de 2011

Martil en Marruecos

Cuando se habla de vacaciones en Marruecos se reduce, habitualmente, a pasar unos días en Marrakesh. Hay otros muchos destinos interesantes relegados a la ignorancia a pesar de su belleza.

Uno de estos lugares es Martil, ciudad situada en la desembocadura del río de su mismo nombre, a 40 kilómetros de Ceuta y 10 de Tetuán. La playa, amplia, va desde Cabo Negro hasta Azla, cerca del Cabo Nazarí. Fue el puerto comercial más importante de Marruecos en el Mediterráneo.

Nace la población en 1914 y, en la actualidad, cuenta con cuarenta mil habitantes. Es ciudad universitaria “Abdemalek Essadi” de letras y ciencias humanas. Esto confiere a Martil un ambiente juvenil, alegre y desenfadado.

Entre sus monumentos destaca la antigua iglesia católica, de tipo barroco hispanoamericano, con amplia cúpula central, en la actualidad dedicada a biblioteca y centro cultural español “Padre Lerchundi”. La antigua mezquita con alminar blanco y ocre, el Fuerte Martil y la Gran Mezquita Hassan II de alto minarete color piedra y sus puertas de azulejos son lugares a visitar.

Cada mañana el sol sale en medio del mar. Unas veces, las más, con colores amarillos, rojizos y anaranjados. Otras, dependiendo de la meteorología, en tonos violáceos, grises o rosados. Es contemplar, cada día, un cuadro, una pintura distinta, en vivo y en directo. Un placer cotidiano.

El paseo, "La Cornisa", bordea la playa, salpicado de palmeras. Las escenas son variadas: el buscador de coquinas, con el agua hasta la cintura, los pescadores de caña, o los del "copo", arrastrando las redes hasta depositar los peces en la arena. Barquichuelas surcando las aguas. Niños jugando al fútbol. Parejas de jóvenes paseando su amor o contando confidencias sentados en la arena, al borde del agua. Chavales que se lanzan al mar a dar unas brazadas. Camellos para quién quiera dar un paseo. Martil respira paz, armonía y tranquilidad.

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