lunes, 31 de mayo de 2010

¡Al abordaje!

Los israelíes, expertos en Terrorismo de Estado, en un acto de piratería en aguas internacionales, abordan por mar y por aire la llamada Flotilla de la Libertad, que llevaba ayuda humanitaria para Gaza.
Dice Israel que su ejército actuó en "defensa propia", cuando son ellos los atacantes, descolgandose de helicópteros, armados hasta los dientes y abordando, con patrulleras, los barcos que componen la flotilla, causando varios muertos y numerosos heridos entre los cooperantes humanitarios y que, para defenderse del ataque israelí, utilizaron tirachinas, canicas, palos y sus propias manos.
Las actuaciones de Israel vienen siendo una vergüenza para la Humanidad. Este acto de piratería, de masacre, debería colmar el vaso de la tolerancia internacional hacia ese país. El Consejo de Seguridad de la ONU condena el ataque, no al Gobierno israelí que lo ordenó y perpetró. Inaudito.

domingo, 30 de mayo de 2010

Marruecos, el velo y otras cuestiones

Hace pocas fechas surgió la polémica del velo. Un Instituto cuyas normas no permiten gorras, pañuelos ni cualquier otro tipo de cobertura en la cabeza y una alumna musulmana que, al llegar a la adolescencia, decidió asistir a clase tapada con el yihab.
Meses atrás, en Ciudad Real, una mujer marroquí fue agredida por unos compatriotas cuando, con la cabeza descubierta, acompañaba a su hija al colegio. Los golpes le provocaron el aborto de la criatura que esperaba.
No todas las mujeres, en Marruecos, llevan el pañuelo. Presentadoras y locutoras de televisión, todas lucen su cabellera y llevan atuendos modernos, igual que las empleadas de los supermercados Marjane, propiedad del Rey Mohamed y otras muchas que van por la calle con la cabeza descubierta y sin chilaba, vestidas a la moda. Tapar la cabeza no es sólo cuestión religiosa. Unas lo hacen por miedo a los “barbudos fundamentalistas”, otras por exigencia de abuelos, padres, hermanos, novios o maridos. Sumisión y dependencia ante el varón es lo que prevalece a la hora de colocarse el velo que, eso sí, lo hacen con una gran maestría, conjuntado y combinado en colores con la ropa que visten.
Las bebidas alcohólicas, prohibidas por el Islam, pueden adquirirse en los supermercados del Rey. La sección destinada a su venta se cierra durante la celebración del Ramadán. El cierre es sólo en el interior. Se accede a esa dependencia por una puerta directa desde el exterior. Los hoteles de lujo sirven licores, y también pueden comprarse en establecimientos especiales que hay en localidades con varios miles de habitantes.

En la playa de Rincón, pueblo fundado por los españoles en 1912, pueden contemplarse, antes de que pasen los servicios de limpieza, restos de botellón, envases vacios de cervezas, tequila o ginebra, entre otros. En los restaurantes donde no sirven alcohol, los comensales suelen llevarlo en una botella de coca-cola. Piden esta bebida y dan el cambiazo. También cuentan que, algunas teteras, contienen whisky en lugar del té.
Muchos musulmanes lucen en su frente un hermoso hematoma. Es signo de piedad, en función de los cabezazos que dan en el suelo, al inclinarse para los rezos cotidianos. Las malas lenguas cuentan que, algunos, se lo pintan.

jueves, 27 de mayo de 2010

Calabacines rellenos de tortilla

Hervir los calabacines, enteros, con agua y sal, unos diez minutos, según tamaño y hasta que estén casi hechos. Abrir a lo largo y, con una cucharilla, vaciar ligeramente el interior, reservando la pulpa.
Freir patatas, cebolla y pimiento verde como para tortilla y, casi hecho, incorporar la pulpa retirada del interior de los calabacines. Una vez en su punto, escurrir de aceite, mezclar con los huevos y cuajar ligeramente, como un revuelto. Con ayuda de una cuchara rellenar los calabacines y llevar a horno a unos 180º unos diez minutos. Pueden cubrirse con queso rallado o queso en láminas Acompañar con una salsa de tomate.

miércoles, 26 de mayo de 2010

El Ejército y la crisis

Informa el Gobierno sobre la modernización del Ejército, dotándolo de los más sofisticados y modernos artilugios sin que, en estos momentos de crisis, cuantifiquen el importe de esta inversión que, a buen seguro, no será menguada.
Teniendo en cuenta que, el ejército, al igual que las guerras, no son necesarios, sino todo lo contrario, no se entiende el enorme gasto que supone el mantenimiento de unas fuerzas armadas, con la certeza de que nadie nos va a atacar, ni se va a invadir país alguno.
Eso si, el ejército hay que mantenerlo para someterse a los dictados del imperio americano, para defender sus intereses, que siempre son económicos y para su beneficio. Y aquí, el Gobierno, gastando dinero y perdiendo vidas en Afganistán, Líbano, Haití y otros lugares de conflicto. Que no nos engañen diciendo que los soldados van en misión humanitaria. La realidad se encarga de hacernos saber lo contrario.

Rosquillas fritas

Por cada huevo, 3 cucharadas de aceite, 3 de leche o zumo de naranja, al gusto, 3 de azúcar, levadurina en proporción y harina la que admita hasta obtener una masa homogénea y no muy dura.
Untar las manos en aceite para formar las rosquillas y freir en abundante aceite no demasiado caliente para que no queden crudas por dentro. Poner en papel absorbente y espolvorear con azúcar y canela.

Rollo de carne concheta

Se adoba, con sal y ajo machacados en el mortero, carne de ternera picada como para albóndigas, dejando reposar unos minutos. Se añaden huevos, según la cantidad de carne, uniendo bien.

La mezcla se extiende sobre un plástico o un papel de horno, formando un cuadrado que se va cubriendo, en capas, con lonchas finas de jamón serrano. Sobre éstas, queso, también en láminas, luego se cubre con panceta ahumada y finalmente con jamón cocido. Se enrolla, con ayuda del plástico o el papel en que esté colocado y se pone en fuente de horno, con un chorro de aceite por encima de la carne. En el horno, a 180 grados, una vez dorado se incorpora cava y se deja hacer una media hora. Añadir castañas hervidas y sin piel, orejones, dátiles, ciruelas y uvas pasas, que servirán de guarnición, y dejar hacer unos 15 minutos más.

Sanjacobos de calabacín o berenjena

Hacer lonchas no muy gruesas con el calabacín o la berenjena. Salar ligeramente y llevar al horno unos minutos, hasta que ablanden, sin llegar a estar totalmente cocidas.
Poner, sobre la loncha de berenjena o calabacín, una de queso y otra de jamón cocido o serrano. Cubrir con otra de la verdura elegida, pasar por harina, huevo batido, pan rallado y freir. Poner a escurrir en papel absorbente.