martes, 17 de septiembre de 2019

Carta



Quirós, martes 10 de mayo 1994

Queridísima hija Mari Tere: Ayer fue un día de verdaderos acontecimientos vividos emocionalmente. Recordaré, 9 de mayo lunes: Estaba yo citada al ambulatorio de Oviedo al cardiólogo para hacerme un electro y una radiografía, ordenado por la médico de aquí porque ya llevaba unos dás que, al caminar y subir la escalera, me fatigaba y luego unas palpitaciones tan fuertes que casi me hacían daño en el pecho y como sólo me auscultó aquí y no tienen más medios, ante la duda, me hizo ir a Ovedo, luego te explicaré.

Alquilé a Benito y me acompañó Pily la de Juan el liencero (q.e.p.d.) Salimos de casa a las cuatro menos cuarto de la tarde, porque la consulta era a las 5. Al llegar a Proaza, una taxista de Teverga, le dice a Benito que, si va a Oviedo, está cerrada la carretera en Trubia, (por lo de los obreros de Fábrica de Armas, que hace días andan en jaleos, como todo lo que hay ahora en este hermoso país), y fuimos por Las Xanas, camino que yo no conocía, accidentado y con peligro inminente a cada momento. Tenía el corazón en un puño pero conocí Tenebreo, Las Carangas,, Llabares, etc.,etc. Después de todo, un viaje imprevisto y, como el tiempo era bastante bueno, me gustó el panorama. Al llegar cerca de Oviedo Benito dijo que era problemático el aparcar cerca del Ambulatorio porque están en obras y como Julio, tu hijo, me había llamado por teléfono a mediodia, y que esperaba en el Ambulatorio, le dije que podía dejarnos y volverse a Quirós, que nosotras volveríamos con mi nieto y el dijo, encantado. Le quise pagar entonces, pero no quiso, dijo que lo haría en Bárzana, cuando viniese. Nos dejó un poquito atrás del Ambulatorio y ya, cogida a Pily, hicimos el camino. Allí estaba Julio que ya había preguntado planta y sitio del cardiólogo y, como a los 5 minutos de llegar, ya me llamaron. Entraron Julo y Pily conmigo; allá me indicaron bajarme la ropa hasta 1/2 cuerpo y como no llevé medias, fue más rápido. Me tendieron en una mesa y ya me acomodaron en muñecas y pies unos brazaletes y por el pecho, unos parchecitos, para hacerme el electro. Luego me pasaron a la sala de consultas y un médico, muy agradable, me auscultó, me tomó la tensión y el pulso y, de momento, dijo no veía nada de preocupación, que lo que si tenía era una depresión enorme, que ya se me reflejaba en la cara. Seguidamente me mandó a la planta 2ª para hacerme una radiografía,- que también me hicieron-, y luego a la planta 1ª para que dijesen que día había que ir a recoger los resultados, que es el jueves, por la tarde, a las 4. Ya quedó Julio de hacerlo. Bueno, esto asunto médico.

Seguido de allí fuimos a la cafetería de Las Salesas y nos tomamos un cafetito. Julio se fue al Naranco por el coche y nosotras fuimos hasta la Iglesia San Juan, Iglesia de muchos recuerdos para mi. Hicimos un recorrido por ella, saludamos a Santa Rita y salimos camino hasta la estación del Norte que nos esperaba Julio; eran las 7 de la tarde. Pensé, de momento, ya que me sentía animada y había salido de casa, les dije: ¿y si fuésemos a Grado a ver la panadería de Javi? y dicen, pues sí. pero al llegar un poquito más abajo de Sograndio, dicen está cortada la carretera a La Coruña y a Proaza, Teverga y Quirós, no veas la caravana que había. No se que Km., una hora larga esperando. Pasó una ambulancia a todo gas, con unos heridos; habían incendiado un autocar de Jano donde las 3 vías, ó 2. Se veía un jaleo por allá donde el cruce y por donde el paso a nivel del tren, humareda, tiros, detonaciones, no se. Al fin abrieron paso a la carretera que va a Grado (o sea la de Coruña) y ya, como la tortuga, un poquito, parar, otro poquito, parar...y al fin llegamos al final del puente, por las casas donde vivieron Moure y Fuentes y allí si que era el símbolo de la guerra. Desde un prao, guardias o policías, no se, lanzando gases lacrimógenos-(que de allá arriba nos parecían cohetes o bengalas) - ¡ya...ya...! disparos de pelotas de goma. Unos motines de gente, de pánico y dice Julio: ahí traen a un detenido. Y ya los vemos pasar, tras una moza llorando; dice, ahí traen otro...una mujer gritando e insultando al conductor de una pala que había ido a quitar los escombros del autobús quemado. Y la caravana de coches que tenía que ir por la carretera a Proaza, Teverga y Quirós sin poder pasar.

Al fin nos fuimos a Grado y les dimos la sorpresa. Es precioso todo. Moderno, elegante, colocada la estantería con gusto exquisito, un mostrador precioso, expuestos los pasteles, etc., etc.,la maquinaria modernísima, todo tan organizado, limpísimo y estupendo. La familia de Marta allí, echándoles una mano; que ya habían estado Enrique y Conchi también limpiando el sábado. Pily, Yolanda y Conchi, guisando carne para las empanadas. Margarita y María también limpiando, así que, el sábado, aún sin dar publicidad, ya vendieron. El domingo bastante más y ayer lunes que habían hecho una ventina buena. Allí estaban el hermano de Marta, la hermana, que ayuda a despachar, un amigo de ellos, el novio de Covi y luego llegó la madre. También el dueño del local y la mujer, muy agradables. Compré unas bandejas de variedad, unas pastitas de té, muy ricas, y pan. Pily compró pan y una bolsa de suspiros. Estaba encantada y admirada de como lo tenían todo. Javi estaba durmiendo. Fuimos a ver el piso también, muy bonito. Él apenas se enteró, pero decía Pily, la nuestra, que hablé con ella por la noche (serían las 12), que el sábado le dio pena de él, que estaba nerviosísimo y pálido, que le saltaban las lágrimas ¡¡pobre crio!! nada más que tengan suerte. Marta, tan delgada, pues adelgazó más ¡para ella reconocerlo! A ver si pasan estos primeros días y luego ya se organizan, pues lo necesitan. Ahora lo que tienen que intentar es ponerse en contacto con establecimientos, Bares y Restaurantes o casas de comidas para suministrarles pan. Ya quedaban de ir a Avilés a ver si podían encontrar para algo así como puestos de venta. Ya pido a Dios tengan suerte, que se la merecen.

Bueno querida, ya ves que día de circuito me hice y con bastante serenidad, que bien pensé no podría, pero esta vez si lo superé, aún cuando parecía y aún siento como  el corazón apretado y estrujado como una esponja y me hace daño.

Regresamos sin tráfico por la carretera y llegamos sobre las 11 y 1/2 de la noche. Un cafetín con leche y a la cama.

Esta mañana, a las 12, fui a la consulta a ponerme la inyección. Les llevé unos pasteles y pastas de té a la médico y A.T.S. para que probasen los productos de mi nieto, y un poquito de pan. También di a Zulima la de Paco el Barbero y a Alejandro el de la panadería de aquí, un pastel relleno de crema para el desayuno. Los suspiros y magdalenas que hacen, también riquísimos.

No te quejarás ¿eh? ya te lo pongo lo más detallado posible. Si ves alguna falta de ortografía perdónamela, pues ya se me van olvidando las cosas.

Julio estos días está aquí pues con lo de la vuelta ciclista que pasaban por Cangas de Onís para Los Lagos y no tenían clase. Irá el jueves y el viernes tampoco tiene clase porque es el día del Profesor, por lo visto.

Hoy encendí la cocina casi a las 12 y 1/2 pero hice vainas con tomate, jamón y patatitas cuadradas fritas y huevo duro. Unas patatas fritas a la inglesa y unas chuletas de cerdo fritas y lechuga. Él comió, yo ni lo probé. Me tomé un tazón de café y leche, estoy completamente desganada.

Bueno corazón, no te quejarás. Saluda por ahí a los conocidos y para tí muchisisimos besos de quién te recuerda y quiere, mamá.



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