Con la irrupción de Cascos en Asturias llega la ultraderecha. La Asturias, "llibre, roxa y revolucionaria" ya no existe. La memoria de la "guardia mora" desfilando por Oviedo el día de la Victoria y patrullando en las Cuencas durante varios años, la memoria del racionamiento hasta los años cincuenta, la memoria de la censura, la memoria del miedo a Falange y a la Guardia Civil, la memoria de la represión, la cárcel y el control para los izquierdistas, todo el padecimiento con el Gobierno de derechas durante cuarenta años, esa memoria está borrada "dafeichu" de la mente de los asturianos.
Asturias eligió, con Cascos, la privatización de los servicios públicos, que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres, recortes en lo social, despido libre y todo lo que vemos en las Comunidades gobernadas por la derecha.
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