martes, 10 de octubre de 2017

El camino


¡Qué desmemoriado estoy!
me pongo a escribir un cuento
y francamente no soy,
tengo que dejarlo hoy
y a decir verdad lo siento.

No se si acaso otro día
podré escribir lo que dejo
porque esta cabeza mia
se va quedando vacía
a medida que soy viejo.

Quién mirando su entorno
la ve ya un tanto nevada
si penetra en su interior
verá que allí...de valor
ya queda muy poco...o nada.

El tiempo,quién a mi ver
sólo encierra falsedades
ejerciendo su poder
fue, sin dármelo a entender
restándome facultades.

Ese tiempo que algún día
se me mostró halagador
me dio salud y alegría
y que hoy, por desgracia mía
me lo arrebata el traidor.

Hoy se muestra diferente
a como ayer se mostraba
ya que solapadamente
me está viciando el ambiente
tan puro que respiraba.

Me quiere dar a entender
que entre el ramaje y las flores
que primero me dio a oler
tenía que aparecer
el germen de los dolores.

Ya todo son decepciones
en mi forzoso retiro
carente ya de ilusiones
sólo veo nubarrones
a donde quiera que miro.

Con pisada vacilante
bajo el peso de los años
sigo camino adelante
reflejando en mi semblante
del mundo los desengaños.

Poco a poco caminando
pisando espinas de abrojos
iré a la meta llegando
mientras se van agolpando
las lágrimas a mis ojos.

Colunga, septiembre 1949



1 comentario:

Carmen dijo...

Me encanta esa poesía de tu abuelo. Refleja muy bien cómo se sentía 😘